Desde muy temprano, los pequeños rayos de sol se introducen por cada pequeña abertura que encuentran disponible, brillan con intensidad, no hay nubes en el cielo o indicio alguno de que tengamos mal tiempo, a pesar de eso mis manos están congeladas, la manta que cumbre mis piernas casi no es suficiente para mantenerlas calientes y desde mi ventana se pueden apreciar aun algunos cristales de la helada mañana.
Si! es el frio invierno en esta parte de Chile. No cae nieve, sin embargo el frio es abrazador, es un poco molesto ya que es aquel frio que sientes que cala tus huesos, aquel del cual no te siente libre a menos que estés a una pequeñísima distancia de una estufa junto a una taza de un buen chocolate caliente. A veces pienso que nada es suficientemente abrigador en estos casos, a pesar de que estoy en mi habitación, me atrevería a decir que es posible que solo haya 5 grados.
Pero no todo es como parece....pienso que esta temporada de frio deja florecer aquellas cosas que es mas difícil percibir en aquellas temporadas de buen tiempo. Florece el verdadero carácter de las personas y su sensibilidad, es una época en que se refleja el calor que transmite un corazón cálido, los abrazos se hacen algo más extensos, las pequeñas mantas sirven para abrigar a todo aquel que esté a nuestro lado y al llegar a casa nos damos cuenta cuan bueno es estar en el hogar.
Sencillamente el invierno se ha convertido en algo mas que es especial para mí.....en muchas oportunidades me he visto envuelta por su frio congelador, pero incontables veces por su cálida influencia que ejerce a mi rededor.